lunes, 11 de junio de 2007

Nadal se quedó con la gloria

En una atrapante final, Rafael Nadal venció a Roger Federer por 6-3, 4-6, 6-3 y 6-4. El mallorquín obtuvo su tercer título consecutivo en Roland Garros, y sigue sin perder en este torneo. Por su parte, el suizo se quedó con las ganas de levantar la única copa de Grand Slam que le falta.
Las expectativas que rodeaban a este encuentro eran muchas. El ambiente del tenis deseaba ver una final entre los dos mejores jugadores del mundo, los dos dioses de la actualidad. La precisión suiza contra la garra española. El maestro del ataque contra el mago de la defensa. Resumiendo, Roger contra Rafa. El estadio Philippe Chatrier se vistió de gala para recibirlos. La mayor parte del público presente apoyaba a Federer. Querían que, de una vez por todas, se llevara la copa a Basilea. Un pequeño grupo de españoles alentó fervorosamente a Nadal. A pesar de su clara inferioridad numérica le hicieron sentir que no estaba solo. Con este clima comenzó el partido.
El primer set nos regaló pasajes de muy buen tenis. Ninguno se salió del libreto. Roger buscó atacar utilizando a la derecha como principal arma. Rafa no quería quedar atrapado en este juego, por lo que constantemente buscaba el revés de su rival. Sólo cambiaba de estrategia cuando decidía presionar sobre la derecha de su rival con la derecha paralela, la cual le otorgó muy buenos dividendos. El punto de inflexión del set se produjo en el sexto game cuando Nadal sacaba 2-3. Federer contó con numerosas oportunidades de quiebre, pero no logró aprovechar ninguna. Finalmente, el mallorquín mantuvo el saque, y al game siguiente quebró a su rival en cero. La confianza del suizo disminuyó notablemente, lo que llevó a perder el saque nuevamente en el noveno game. El marcador finalizó 6-3 para Rafa.
Roger salió a revertir las cosas en el segundo set. Su juego se volvió mas agresivo y dinámico. El cambio se reflejó en los tiros ganadores realizados con su revés cruzado. Esta variante trajo preocupación en Rafa, quién se mostró visiblemente incómodo. A pesar de esto, pudo generar algunas oportunidades de quiebre, las cuales no pudo aprovechar. En el séptimo game, Roger tuvo su primera oportunidad de quiebre y la concretó. Luego supo administrar esta ventaja para imponerse por 6-4.
Después de observar el segundo set, parecía que el partido se inclinaba a favor de Federer. Gran equivocación. Nadal no estaba dispuesto a permitir que esto sucediera, y salió decidido a demostrarlo. Su derecha comenzó a vulnerar la defensa de Roger. Como un ariete golpeó incansablemente la puerta de la muralla. Y así consiguió lo que deseaba. En el segundo game, quebró el saque de su adversario. De ahí en más, jugó con tranquilidad. Diferente era el momento que atravesaba Roger. Su nivel cayó notablemente. Comenzó a errar mucho con el revés. Se veía que no podía aguantar el peso de la pelota de Rafa. Para colmo de males, cuando arriesgaba con la derecha tampoco encontraba precisión. Innumerables tiros quedaron en la red. En el final del set hizo su último esfuerzo para cambiar las cosas. No pudo lograr nada. El parcial se lo llevó Rafa por 6-3.
En el cuarto set la situación no varió demasiado. Roger seguía sin encontrar su verdadero tenis. Por momentos se lo notaba fastidioso. Sentía que el partido se le escapaba entre sus dedos sin poder hacer nada para impedirlo. Rafa no quiso contribuir demasiado para que el suizo volviera al partido. Continuó con la firmeza demostrada en el set anterior. Su juego no mostraba fisuras. No fallaba en el peloteo, y cuando arriesgaba siempre encontraba las líneas. Invariablemente era así. De esta manera consiguió el quiebre tan deseado, que lo dejaba en las puertas de los Campos Eliseos, tan sólo a un paso de la gloria. Las cosas se definieron el el décimo game, cuando sacó para partido. Haciendo gala de la firmeza que lo caracteriza, a Rafa no le tembló el pulso. No permitió que Roger tuviera chance alguna. Jugando como campeón se llevó la victoria por 6-4.
En ese momento se vio la imagen tantas veces repetida. Rafa tirado en el piso, festejando, mirando al cielo, agrdeciéndole a Dios por su victoria. Roger miraba con cara de frustración, se apreciaba claramente la tristeza en sus ojos. Luego, se saludaron como auténticos caballeros. Apenas pudo, Rafa salió corriendo y se trepó al palco para reunirse con su familia. Tenía muchas razones para festejar. Había vencido al número 1 por octava vez. Había ampliado su record en Roland Garros a 21-0. Había obtenido este torneo por tercera vez consecutiva. Rafael Nadal Parera, natural de Manacor, había escrito su nombre en la historia grande del tenis mundial.

viernes, 8 de junio de 2007

Federer y Nadal se enfrentarán en la final soñada

Todo se dio de acuerdo a la lógica. Federer y Nadal ganaron sus partidos y ahora se enfrentarán en la final del torneo de Roland Garros. El suizo venció a Davydenko por 7-5, 7-6 (7-5) y 7-6 (9-7), mientras que el español hizo lo propio con Djokovic por 7-5, 6-4 y 6-2. El domingo se verá si Roger obtiene el único Grand Slam que le falta o si Rafa se queda con la corona por tercer año consecutivo.
Le costó mucho a Roger Federer avanzar a la final del torneo. Davydenko estuvo en un gran nivel. Jugó muchas pelotas a las líneas, presionó todo el tiempo y contragolpeó con precisión. De hecho, en los tres sets iba adelante en el marcador. Pero su falta de concentración en los momentos claves lo llevó a la derrota. En esos momentos, Roger sacó a relucir su mejor tenis y aprovechó el bajón de su rival. Mejoró la devolución, lo que le permitió tomar el control de los puntos, impidiendo que el ruso lo ataque. Fue más efectivo con el saque, aumentando considerablemente su porcentaje de primeros servicios. Impuso la jerarquía que le otorga el ranking que detenta, y Davydenko no pudo soportarlo, no pudo aguantar la embestida del Federer Express. A este nivel eso es imperdonable.
Rafael Nadal tuvo una situación bastante más simple que la de Roger. Durante todo el tiempo pudo controlar a Djokovic. Esto no quiere decir que Novak haya jugado mal. Por el contrario, durante algunos tramos jugó a un altísimo nivel, demostrando por qué muchos lo consideramos la mayor promesa del tenis mundial. Sin embargo, para vencer a Rafa hay que estar en un 100% en cada instante. La actuación del mallorquín el día de hoy fue espectacular. Hizo todo bien. Defendió con maestría, atacó en los momentos justos, convirtió la mayor parte de sus oportunidades de quiebre. Sólo vivió un instante de duda en el primer set, cuando el serbio le quebró el saque dos veces para leventar un 2-5 y ponerse 5-5. Entonces, Rafa exhibió la fortaleza mental que lo caracteriza y se llevó el parcial por 7-5. De ahí en más, se manejó en piloto automático. Sobre todo en el tercer set, cuando Novak tiró la toalla al no poder soportar la frustración que sentía.
La edición 2007 de Roland Garros está a punto de culminar. El domingo se verá quién es el rey sobre polvo de ladrillo.

miércoles, 6 de junio de 2007

¿Quién para a Nadal?

Nuevamente, Rafael Nadal nos ha enseñado cómo se juega al tenis sobre polvo de ladrillo. En dos horas y dos minutos apabulló a su amigo Carlos Moyá por 6-4, 6-3 y 6-0. En todo momento tuvo absoluto control del partido. Hizo exactamnte lo que quiso.
Ver jugar a Rafa es sumamente placentero. Parece que la raqueta es la extensión de su mente. Sus piernas se asemejan a dos cohetes. Siempre llega a todas las pelotas. Siempre resuelve bien. Nunca está mal ubicado. Es sencillamente majestuoso. Su víctima de hoy fue el veterano Moyá, campeón en Roland Garros en 1998. Poco pudo hacer para detener el camino de Rafa. En los dos primeros sets le opuso resistencia y en el tercero se rindió. El viejo campeón le dejó lugar a la sangre nueva para que continúe enalteciendo la imagen de España en el mundo. En el tercero, Rafa ejecutó una sinfonía llena de armonías diferenciadas y bellas. Charly se limitó a observar y aplaudir, como buen caballero que es. Lo mismo hicimos el resto de los aficionados al tenis desperdigados en todo el planeta, pero unidos por un mismo lenguaje.
Ya se acerca a su fin la edición 2007 de Roland Garros. Nada más quedan por disputar las semifinales y la final. ¿Alguién podrá impedir lo inevitable? ¿Alguién podrá parar al genio de Manacor?

Djokovic venció a Andreev

Novak Djokovic avanzó a las semifinales al derrotar al ascendente Igor Andreev por triple 6-3. A pesar de lo que indica el resultado, el partido no fue nada fácil. Novak tuvo que demostrar su categoría y esforzarse en cada pelota frente a un jugador que se mueve muy bien en polvo de ladrillo.
Hoy es un día muy especial en la vida de Djokovic. Por primera vez en su carrera, logró acceder a las semifinales de un torneo de Grand Slam. Y fue aquí en Roland Garros. Pero no lo tuvo nada fácil. Andreev jugó un buen partido. En algunos tramos complicó a Novak variando los efectos de sus tiros. El golpe que más daño hizo fue la derecha con top spin, que se asemeja levemente a la de Rafael Nadal. El ruso luchó cada punto, demostrando por qué sus colegas afirman que es un guerrero. Esto no amedrentó al serbio, quién se dispuso a jugar de acorde a su plan. A pesar de lo que hiciera el rival, siempre siguió enfocado. A diferencia de lo ocurrido en encuentros anteriores, hoy se mostró más agresivo. Fue a buscar la victoria y la consiguió, jugando como lo debe hacer un top ten. A partir de la mitad del segundo set, se vio a Andreev más cansado. Novak utilizó este elemento a su favor haciéndolo correr por toda la cancha para desgastarlo aún más. Con inteligencia lo fue debilitando poco a poco. Una de las claves de su juego fue la eficacia al momento de sacar, sobre todo en situaciones adversas. Gracias a esto, logró que Andreev sólo pudiera concretar una de las seis oportunidades de
quebrarle el saque con las que contó, lo que terminó desanimándolo.
Misión imposible es el título del encuentro que deberá disputar Novak en semifinales. Su rival será Rafael Nadal, sin lugar a dudas el mejor jugador de polvo de ladrillo del momento y uno de los mejores de la historia. Para vencerlo deberá jugar perfecto. Tendrá que salir a atacarlo, presionándolo con el saque, y tratando de jugar con solidez, errando lo menos posible. Es fundamental que no se desespere, sino que vaya construyendo los puntos hasta ver alguna debilidad en la muralla que erige Rafa y, entonces, atacarlo. Es muy difícil, pero para el Joven Maravilla nada es imposible.

martes, 5 de junio de 2007

El emperador va en busca de la corona

Rogelio sigue en camino a obtener el único Grand Slam que le falta. En un partido cambiante, venció a Tommy Robredo por 7-5, 1-6, 6-1 y 6-2 en poco más de dos horas. Ahora espera el choque de semifinales ante Davydenko, aunque en su cabeza tiene un solo pensamiento: enfrentar a Rafael Nadal en la final del torneo.
¿Cómo definir la actuación del número 1 en el día de hoy? Resulta complicado hacerlo. En algunos momentos mostró una superioridad arrolladora, jugando a un altísimo nivel. En otros erró más de la cuenta, equivocándose en pelotas fáciles. Su gran problema fue la falta de regularidad. Éste es un lujo que no puede darse si quiere vencer a Nadal en una probable final. Contra el malllorquín tendrá que estar al 100 % durante todo el encuentro. De lo contrario, tendrá que esperar un año más para ganar en Francia.
Lo mejor de Roger se vio en los dos últimos sets, cuando le dio una clínica de tenis a Robredo. Utilizaba el revés para presionar y con su majestuosa derecha definía los puntos. La volea le funcionaba a la perfección. El español no sabía qué hacer para anular su juego. Cualquier intento de cambio era rápidamente contrarrestado por el suizo. La afición aplaudía con fervor, encantada de presenciar un espectáculo semejante. Así fue como, en un parpadeo, se llevó el match, logrando el pase a la próxima instancia. Cuando el umpire dijo la mágica frase "game, set and match Federer", como tantas otras veces, todo el estadio lo ovacionó. Los súbditos se rindieron ante el emperador.

Terminó el sueño de Cañas

Ya no habrá más Willy Cañas en Roland Garros. El tenista argentino fue eliminado por el ruso Nicolay Davydenko quién lo venció en sets corridos por un marcador de 7-5, 6-4 y 6-4. Davydenko fue el claro dominador a lo largo del partido, mientras que Willy se limitó a defender.
A decir verdad esperábamos mucho más del gladiador. Nuestra ilusión era que ganara así podía enfrentar nuevamente a Roger Federer en una de las semifinales. Pero Willy estuvo demasiado lejos de la victoria. Su juego se caracterizó por la pasividad, cediéndole la iniciativa a su rival en todo momento. Sus golpes carecieron de profundidad, lo que permitió a Davydenko atacar con comodidad, tanto de derecha como de revés. Lo más frecuente era verlo correr de una punta a la otra esperando algún error. De hecho, sólo metió cinco tiros ganadores en todo el partido, una cifra ínfima si tenemos en cuenta que éste duró tres horas.
Hubo un momento en el que Cañas pudo haber inclinado las cosas a su favor. Fue en el primer set, cuando Davydenko sacaba 4-5 y 30-40. Pero no pudo concretar el break y llevarse el set. Después de eso, el ruso ganó cinco games seguidos. A partir de allí, no hubo ninguna chance más para Willy. Simplemente se dedicó a ser un espectador del juego de su rival. En el tercer set quemó los últimos cartuchos, aunque lamentablemente no dio resultado y tuvo que irse del court cabizbajo.

domingo, 3 de junio de 2007

Cañas triunfó en el duelo de argentinos

¿Alguien podrá parar a Willy Cañas? Mónaco lo intentó, pero no pudo. Willy lo venció por 6-0, 6-4 y 6-2, demostrando que no vino a París a ver la Torre Eiffel. Su próximo rival es el aguerrido Davydenko, quién eliminó a Nalbandián en cuatro sets.



De las tinieblas al paraíso podría ser el nombre de una película sobre la vida de Cañas. En unos meses ha logrado volver de una suspensión para instalarse entre los 20 mejores tenistas del planeta, incluyendo en el camino dos victorias sobre el número 1. Hoy fue demasiado para Mónaco. Piquito venía ilusionado, tras haber jugado dos excelentes partidos. Sin embargo, todos sus esfuerzos fueron vanos porque jugó contra un frontón. Por más que atacara y atacara, siempre encontraba una respuesta. En algunos momentos la desesperación lo llevó a errar más de la cuenta. Es que esto es lo que genera Willy. Su solidez y constancia llevan a los rivales a equivocarse. Con el afán de superarlo terminan perdiendo la cabeza, tal como le pasó a Simone Bolelli. Hoy cometió nada más que 13 errores no forzados en más de dos horas de juego. Sencillamente impresionante. Y no sólo eso. Además generó doce puntos de quiebre, de los cuales concretó ocho.
Willy se encuentra descansando para enfrentar a Davydenko. Sabe que el ruso es un rival muy exigente, pero también sabe que le puede ganar. Para hacerlo, debe jugar como lo hizo a esta hora. Metiendo la pelota en cancha, jugando profundo, manteniendo siempre la cabeza enfocada y arriesgando con la derecha cuando la situación lo permita. Si logra hacer esto, tiene grandes posibilidades de salir victorioso y enfrentar a Roger Federer en la semifinal más esperada.