El mallorquín Rafael Nadal parece ser imbatible sobre polvo de ladrillo. Hace 77 partidos que no pierde en esta superficie. Su última derrota fue el 8 de abril de 2005 en el Abierto de Valencia ante el ruso Igor Andreev. Todo indica que obtendrá su tercer título consecutivo en el Grand Slam parisino.
Existen pocas palabras para describir el juego de Rafael Nadal. Luego de un comienzo de año dubitativo, ha logrado imponerse en los torneos de Indian Wells, Barcelona, Montecarlo y Roma. Su entrega asombra a propios y extraños, aún dos años después de su aparición arrolladora en el circuito masculino de tenis. En las últimas semanas ha demostrado que ningún rival está a su nivel sobre la tierra batida, derrotando a excelentes jugadores como el suizo Roger Federer y el serbio Novak Djokovic.
Es díficil pensar que alguién impida que obtenga Roland Garros. Federer Express, su principal rival, atraviesa un momento complicado, en el que no logra encontrar su tenis. Esto ha llevado a terminar su relación con el entrenador Tony Roche. Será importante ver como impacta la derrota ante el italiano Volandri en su confianza. Otro de los rivales que puede amenazar la hegemonía de Nadal es Novak Djokovic. El serbio es hoy por hoy el tercer mejor jugador del circuito. Posee un enorme talento, que se manifiesta en su variado repertorio de golpes y en una inteligencia táctica envidiable. Sin embargo, su estilo de juego surte más efecto en las superficies rápidas, tal como ha demostrado en el Masters Series de Key Biscayne. Finalmente, el chileno Fernando González también es un rival de temer, aunque sus chances han caído luego de la estrepitosa derrota que sufrió ante Rafa en la final del Abierto de Roma.
El mundo del tenis se hace una pregunta: ¿podrá algún molino de viento impedir el avance del caballero español?
No hay comentarios:
Publicar un comentario