¿A la conquista de Francia?

El año 2004 será recordado eternamente en la historia del tenis latinoamericano. Es imposible olvidar aquella final de Roland Garros disputada entre Guillermo Coria y Gastón Gaudio. El partido estuvo repleto de condimentos y situaciones cambiantes. Primero, Coria arrancó jugando con maestría llevándose los dos primeros sets ante un timorato Gaudio. Cuando todo hacía esperar que consiguiera una fácil victoria, una lesión sufrida por el tenista de Rufino hizo que todo cambiara. El Gato obtuvo los dos sets siguientes. Todo se definiría en el quinto set. La gloria o el fracaso, el elogio o el oprobio, todo definido en un set. Lucharon como gladiadores, tiñeron el court con su sangre, pero finalmente Gastón Gaudio se impuso por un marcador de 8-6.
Actualmente, el panorama es muy diferente. Ningún tenista latinoamericano se presenta como serio candidato al título. Por el lado de los argentinos, habituales abanderados de nuestro tenis, el presente es difuso. David Nalbandián, el mejor ubicado en el ranking de la ATP, ha tenido una temporada en la que no ha podido encontrar su nivel de juego, oscilando entre actuaciones malas y mediocres. Los demás jugadores tampoco han tenido grandes actuaciones, exceptuando a Guillermo Cañas, quién ha avanzado más de 100 lugares esta temporada. Willy es reconocido como un gran luchador por todos los que amamos este deporte, es un duro rival que puede poner en aprietos a los mejores del mundo.
La esperanza latinoamericana es el chileno Fernando González. El bombardero de La Reina llegó a la final en el primer Grand Slam del año y busca repetir la actuación en tierras francesas. Sabemos que no será nada fácil. Una de las claves radica en que pueda aprovechar la potencia de su drive, sin desesperarse, lo que lo puede llevar a cometer muchos errores no forzados. Esta es una conducta típica de los jugadores que poseen un golpe muy potente: tiran y tiran sin planificar su juego, tornándose previsibles y regalando puntos gratis al oponente. Los principales enemigos de Fernando serán el cuasi imbatible Rafael Nadal y el suizo Roger Federer, huesos muy duros de roer, pero si se concentra y la suerte está de su lado puede vencerlos.